Un dentista de hace 6.500 años hizo la primera curación de la historia


Investigadores aseguran haber identificado un empaste de cera de abeja en una mandíbula del neolítico hallada en Eslovenia
(Bernardini et al., con licencia Creative Commons)
Sin antibióticos y sin anestesia, hace 6.500 años, una muela picada podía convertirse en una tortura e incluso causar la muerte. Sin embargo, algunos hallazgos recientes indican que en aquellos años ya había dentistas que trataban de aliviar este dolor. El último estudio que apunta en esta dirección lo acaba de publicar la revista PLoS ONE.
Un equipo de investigadores italianos, dirigidos por Federico Bernardini, del Laboratorio Multidisciplinar Centro Internacional para la Física Teórica Abdus Salam, en Trieste (Italia), asegura que ha identificado un empaste de cera de abeja en una mandíbula del neolítico. El objetivo habría sido reducir la sensibilidad en unos dientes desgastados o el dolor provocado por una grieta. Si se confirmase el hallazgo, se trataría del primer empaste conocido de la historia y del primer tratamiento dental de Europa.

POSIBLE RITO FUNERARIO
Los científicos han empleado una gran variedad de técnicas, desde la microtomografía computarizada hasta el microscopio de barrido, para comprobar que la cera se colocó sobre la grieta poco antes o poco después de la muerte del individuo. Esta duda sobre el momento de la aplicación del tratamiento hace que no se pueda descartar la posibilidad de que la cera fuese parte de un rito funerario, aunque los investigadores lo consideran poco probable.
“Personalmente, no creo en esta última hipótesis y hasta ahora no se conocen usos similares de la cera de abeja en enterramientos”, afirma Bernardini. “Además, la cera solo está presente en la parte gastada de la superficie del canino, en el único diente que tiene una fractura vertical. Estos elementos indican que una función terapéutica del relleno dental es la más probable”, concluye.
Sobre el propietario del diente, no se sabe demasiado, según explican los propios investigadores. Por el análisis de la anatomía de la mandíbula y de los dientes, creen que es más probable que se trate de un hombre, pero algunos datos podrían poner ese dato en duda. El desgaste del diente estudiado, apunta a que se utilizó para prácticas que iban más allá de la alimentación, como tejer, una tarea que en el neolítico realizaban las mujeres.
Dado el escaso número de indicios de tratamientos dentales en tiempos prehistóricos, este hallazgo será muy relevante para conocer mejor esta práctica que hasta hace poco se consideraba relativamente reciente. Hace seis años, se descubrió en Pakistán el que hasta el momento es el vestigio de tratamiento dental más antiguo que se conoce. En aquella ocasión, se trataba de perforaciones realizadas hace 9.000 años que pudieron servir para aliviar el dolor o incluso para dejar escapar espíritus malignos. En cualquier caso, lo que sí parece seguro es que se trataba de tratamientos extremadamente dolorosos.