Siete reglas para evitar que su celular domine su vida

¿Cuán a menudo usted chequea su teléfono cuando está ocupado en otras cosas?
Estuve pensando en eso mientras pasaba una temporada en una casa de campo en Escocia, en la que no había acceso a internet ni señal telefónica.
Conté el número de veces que mi mano se dirigía al bolsillo en el que normalmente permanece mi teléfono inteligente. Al menos una vez por hora.
Los investigadores de la relación entre humanos y computadoras llaman a estos pequeños controles de los aparatos personales "microinteracciones", que incluyen las rápidas revisiones del email, redes sociales, apps, y que a menudo no duran más de unos segundos.
Y si es desconcertante que chequear el teléfono se haya vuelto un vicio, hay una ironía particular en mi caso: durante los últimos meses he estado participando en un proyecto para diseñar un "código de conducta" para el uso de celulares en Sunshine Coast, Australia.
El código tiene siete partes y su objetivo es impedir que quienes lograron sacar el tiempo para tomarse unas vacaciones, lo pierdan atendiendo su teléfono.
Sin embargo, la propuesta puede ayudarnos a todos: unas reglas de etiqueta para nuestra era en la que la noción de lo que es aceptable socialmente no ha incorporado herramientas que son omnipresentes en nuestras vidas.
He aquí, entonces, siete reglas para un uso más inteligente de los teléfonos, diseñado para evitar que la tecnología nos robe experiencias.
1. Converse ahora, mande textos después
O tuitee después. O mande un email. La lista continúa.
La idea es simple: por cortesía de las pantallas mágicas que cargamos en nuestros bolsillos o carteras, podemos hacer casi cualquier cosa en línea, en cualquier momento, a cualquier hora.
Así que lo hacemos, sin poner límites que protejan nuestro tiempo de esparcimiento y placer: cenas o sueño, vacaciones o momentos íntimos.
Nos atiborramos de las delicias y de obligaciones digitales, pero se nos olvida saborear lo que está enfrente de nosotros, lo que lleva a...
2. Tómese un día libre de teléfono
Hay un aspecto molesto en este desafío: ¿no deberíamos simplemente aprender a controlarnos?
Cada dispositivo tiene un botón para apagarlo. Sin embargo, somos peculiarmente renuentes a utilizarlo.
Esa tendencia tiene hasta su propia sigla: FOMO (traducido a español sería MAPA, pues viene de "miedo a perderse algo") y es la versión moderna de un temor que tradicionalmente ha acompañado al humano social, el miedo a ser excluido.
¿Cómo podemos resistirnos a las continuas dosis de dopamina que nos dan esos "me gusta" en las redes sociales o el ver que alguien retuiteó algo nuestro?
Nuestras mentes tienen una capacidad limitada para la toma de decisiones de alta calidad y la guardan celosamente. Como dice el autor Charles Duhigg en su libro "El poder del hábito", de 2012, "la mayor parte de las decisiones que tomamos todos los días pueden parecer producto de una toma de decisiones bien pensada, pero no lo son".
Una vez decidimos mantener nuestro móvil teléfono encendido y metido cómodamente en el bolsillo, caemos en lo automático. Los hábitos son las acciones que se nos han metido debajo de la piel y llegan a ser parte de nosotros.
Por lo tanto, rompa la rutina y haga que sus hábitos vuelvan a ser más visibles. Quizás la mejor manera es dejar el teléfono en la mesa de noche todo el día, o póngalo en "modo avión" y disfrute de unas horas felices desconectado.
O, quizás requiera de un método más extremo, como el que emplea el autor Evgeny Morozov, quien bloquea rutinariamente sus dispositivos digitales metiéndolos dentro de una caja fuerte con un temporizador.
3. Evite ser un "buscatodo"
En otras palabras, renuncie a los mapas, buscadores y los sitios web de recomendaciones de tanto y tanto, y entréguese a la casualidad, a lo inesperado.
Si tiene que utilizar su teléfono para explorar su entorno, utilice una de las varias aplicaciones que animan a hacer descubrimientos fortuitos. Conecte su destino a la aplicación "Serendipitor", por ejemplo, que le dará instrucciones para que vaya vagando en vez de corriendo por el lugar, o incluso sugerencias como "siga al auto de adelante".
Imagínese el número de conversaciones y encuentros que nunca habrían sucedido si cada pregunta hubiera sido contestada por una persona mirando a una pantalla privada.
Perderse un poco y descontrolarse -tanto literal como metafóricamente- es la manera perfecta de encontrar nuevas preguntas que ni siquiera sabía que quería hacer.
4. ¡Ni los codos ni los teléfonos sobre la mesa!
Hablemos del "phubbing": desairar a otras personas haciendo caso omiso de ellas, por prestarle toda la atención a su teléfono móvil.
La palabra ha capturado la atención del mundo gracias al deseo creciente de contrarrestar las consecuencias sociales de la indiscriminada inmersión tecnológica.
En ninguna parte la descortesía del phubbing es más marcada que en la mesa, donde probablemente nació la idea de los buenos modales. Si hay una diferencia entre el comer y simplemente ingerir calorías es el placer y gratitud de compartirlo con otros.
Estudios recientes indican que el sólo dejar el teléfono a la vista durante una cena genera fuertes sentimientos negativos en quienes le rodean. Así que es quizás más beneficioso de lo que piensa dejar a la tecnología de lado.
5. Mire antes de disparar
El filósofo Aristóteles decía que somos lo que hacemos repetidamente.
Entre otras cosas entonces, somos gente que toma muchas fotos con sus teléfonos. Eso está bien, como confirmarían mis padres que no se cansan de ver fotos de su nieto. Sin embargo, tenemos que reconocer que vivir la vida a través de un lente puede arruinar precisamente lo que queremos capturar.
Mis más recientes experiencias en conciertos, por ejemplo, consisten casi exclusivamente de ver a la banda refractada en las pequeñas pantallas de los teléfonos inteligentes que cientos de personas sostenían en alto.
Hasta a los músicos les frustra esa costumbre: en abril, la banda Yeah Yeah Yeahs puso un letrero pidiéndole a los aficionados que guardaran sus teléfonos durante su actuación.
Como la cineasta Sofia Coppola dijo a principios de este año, se llega a sentir como si "vivir no contara a menos de que quede documentando".
6. Pruebe antes de cargar
A veces, las tecnologías digitales nos tratan como algo menos que humanos: como apenas unos globos oculares mirando la pantalla y unos dedos tecleando botones. Pero seguimos siendo seres de carne y hueso. Existimos en lugares y momentos determinados, y sólo podemos aprovecharlos si le damos plena expresión a toda la gama de nuestros sentidos.
Antes de compartir una imagen en Instagram, asegúrese de hacer una pausa, degustar, respirar el aire profundamente, fijar el presente tan plenamente como se lo permita su presencia física, y sólo entonces, cargue la representación en dos dimensiones que más le guste de esa experiencia.
Como el filósofo y científico informático Jaron Lanier señaló, las medidas sensoriales como el sabor y el aroma son ignoradas por casi todas las tecnologías digitales.
Así es como funcionan las herramientas. El peligro es que, si no tenemos cuidado, se produzca un olvido fundamental que nos lleve a valorar sólo lo que nuestras pantallas pueden medir.
7. Deje dormir al teléfono
Con la cabeza sobre la almohada, es tentador para mirar el teléfono por última vez. Sin embargo, prepararse para que su sueño sea interrumpido.
¿Por qué? Las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten luz azul, que su cerebro asocia con la luz del día. La exposición hace estragos con el reloj de su cuerpo, mientras que la estimulación –"sólo un vínculo, tuit, email o texto más"- hace lo mismo con su ya sobrecargada capacidad de atención.
Olvídese además de las delicias de la ensoñación y de la cola de libertad que acompaña el dejar vagar su mente.
Y eso sin hablar de las opciones más íntimas de su tiempo en el dormitorio. Para el autor DH Lawrence, una de las peores tendencias de la modernidad fue poner "el sexo en la cabeza en lugar de abajo, donde pertenece", algo que seguramente es doblemente válido hoy en día.
Por último...
Un código de conducta no puede resolver todos los problemas. Pero puede ayudarnos a romper con los hábitos de medio reconocidos y a recordar que los momentos bien vividos son muy diferentes a sencillamente llenar los días.
Como dice el autor británico Tim Harford, "los teléfonos inteligentes son adictivos, así que piense primero qué adicciones quiere tener".
http://www.bbc.co.uk/mundo

Opinión: La marihuana es menos dañina que el alcohol

Por Dan Riffle, especial para CNN
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Nota del editor: Dan Riffle trabajó como fiscal auxiliar, y es el director de políticas federales del Marijuana Policy Project, el principal patrocinador financiero de la campaña de 2012 para regular la marihuana en Colorado.
(CNN) – Defensores que están en contra de la marihuana, como Kevin Sabet, si bien tienen buenas intenciones, están promoviendo políticas que llevan a más violencia y enfermedades en nuestra sociedad. En su reciente artículo de opinión en CNN.com, Sabet argumenta que la marihuana debería seguir siendo ilegal.
Sin embargo, siempre que la marihuana sea ilegal, las ganancias de las ventas son para los criminales y cárteles de drogas, y los adultos seguirán siendo castigados por usar una sustancia que es menos dañina que las drogas que son legales en la actualidad.
¿Estás confundido? Retrocedamos. Por más de 80 años, nuestro gobierno ha gastado decenas de miles de millones de dólares de los contribuyentes en la guerra en contra de la marihuana. Cada año, arrestamos a tres cuartos de un millón de adultos, 87% por simple posesión y no por la producción o venta de marihuana.
Las salas de los tribunales se convierten en una línea de montaje que produce personas sujetas a libertad condicional -por lo general minorías- con condenas que harán prácticamente imposible que encuentren empleo.
¿Cuál es el resultado? La marihuana está disponible en todas partes y es usada por casi la mitad de los estadounidenses en algún punto en sus vidas; además, hemos enriquecido a los terribles cárteles de drogas que han alimentado la violencia en México, la cual ha cobrado más de 60.000 vidas.
Por supuesto, ya hemos pasado por este camino antes. Durante la prohibición del alcohol en la década de 1930, agentes federales hicieron redadas en bares clandestinos y destruyeron barriles de alcohol que había sido producido e importado de forma ilegal. Mientras tanto, contrabandistas hicieron dinero rápidamente, lo cual empoderó a criminales como Al Capone para que convirtieran Chicago en una zona urbana de guerra. Y al igual que lo que ocurre con la marihuana hoy en día, incluso bajo la prohibición del alcohol, muchos de los estadounidenses que querían un trago, lo obtenían sin problemas.
En la actualidad, la prohibición de la marihuana ha demostrado ser un fracaso de política pública tan desastroso como la ley seca que se dio en aquel entonces. Sin embargo, a pesar de todas las similitudes obvias entre los dos, hay una diferencia clave: la marihuana es radicalmente más segura que el alcohol.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el consumo excesivo de alcohol es la tercera causa de muerte relacionada al estilo de vida. En un año común, hay alrededor de 25.000 muertes a causa del consumo de alcohol en Estados Unidos, la mayoría debido a consecuencias de largo plazo, como enfermedad hepática y algunas debido a envenenamiento agudo ocasionado por consumo excesivo de alcohol.
La marihuana, por otro lado, no causa muertes por sobredosis y viene con muchas menos consecuencias que afecten la salud a largo plazo. Un estudio canadiense realizado en 2009 determinó que los costos anuales relacionados a la salud asociados con el alcohol son más de ocho veces mayor por consumidor que en el caso de la marihuana. Y, según el Instituto de Medicina, las personas que consumen marihuana tienen muchas menos probabilidades de volverse dependientes, en comparación a aquellos que consumen alcohol.
Aún si no bebes, el alcohol te puede matar. Agencias federales informan que el 40% de los crímenes violentos en Estados Unidos están vinculados al consumo de alcohol, mientras las mismas agencias informan que quienes consumen marihuana normalmente no cometen crímenes violentos. El alcohol juega un papel en un tercio de todos los casos en los que llegan pacientes a la sala de emergencia. En mi posición de fiscal, muchas veces se me acercaban policías a confesar lo mucho que detestaban arrestar a personas ebrias, ya que muy a menudo la situación se tornaba violenta. Nunca escuché quejas similares respecto a consumidores de marihuana.
La ironía es que estas políticas perversas son aplaudidas por organizaciones con nombres como "Save our Society" (Salvemos nuestra sociedad) que parecen creer que habrá caos de alguna manera si a los adultos ya no se les castiga por consumir marihuana. La realidad es que al castigar a los adultos que prefieren consumir marihuana, los estamos animando a consumir alcohol en su lugar, una droga más peligrosa y dañina, pero legal. La política pública se debería dirigir a reducir la violencia y la enfermedad, no potenciarlas.
Existe un mejor camino. Los sondeos muestran que la mayoría de los estadounidenses quieren que la marihuana sea gravada y regulada. Un número creciente de estados se están resistiendo a la política de nuestro gobierno federal sobre la prohibición absoluta de la marihuana, y el Departamento de Justicia recientemente expresó que no iba a desafiar las leyes estatales que regulan el cultivo y la venta de la marihuana.
Al hacer esto, podemos quitarles la marihuana a criminales y cárteles, y ponerla en manos de comercios autorizados. Obviamente, dichos negocios deberían estar sujetos a reglas razonables que irían desde dónde y cuándo pueden operar, quién puede invertir en ellos, hasta restricciones en la publicidad.
¿No crees que podría funcionar? En 2009, la industria de la marihuana medicinal en Colorado estalló, lo cual dio lugar a que el estado estableciera las normas que acabo de describir. Según información de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades sobre el consumo de drogas por parte de los jóvenes, de 2009 a 2011 —una época en la que el consumo de marihuana en los jóvenes aumentó a nivel nacional— el porcentaje de adolescentes que la consumían en Colorado bajó más que en cualquier otro estado en el país, y ahora se encuentra por debajo del promedio nacional.
La marihuana es más segura que el alcohol; veámoslo de esa forma. Los adultos que prefieren consumir marihuana en vez de alcohol deberían ser libres de hacerlo. Asimismo, los recursos que las fuerzas de la ley usaron para llevar a cabo los tres cuartos de millón de arrestos hubieran podido ser usados para prevenir y resolver crímenes verdaderos.
En otras palabras, regular la marihuana hará de Estados Unidos una nación más segura y saludable.

Venden el violín que tocó mientras se hundía el Titanic por 1,7 millones

LONDRES (CNN) — Un violín usado por la banda que tocó durante el hundimiento del Titanic fue vendido este sábado por más de 1,7 millones de dólares, indicó una casa de subastas con base en Gran Bretaña.


El precio, 1,1 millón de libras al añadir la cuota del comprador e impuestos, es por mucho la máxima cifra en la que se ha vendido una pieza vinculada con la embarcación, según el coleccionista veterano Craig Sopin.
"Esta cifra será difícil de superar", dijo Sopin, quien ayudó a autentificar que el violín proviene del Titanic. "No puedo pensar en algo más sea más icónico que provenga de esa nave".
Según los sobrevivientes, la banda de Wallace Hartley tocó para tranquilizar a los pasajeros mientras la nave se hundía.
La escena fue ilustrada en la taquillera cinta de James Cameron, Titanic, que muestra a Hartley y su grupo tocando Nearer, My God, to Thee durante la tragedia.
El cuerpo de Hartley supuestamente fue extraído del agua días después del hundimiento ocurrido en abril de 1912, con la caja de su violín aún atada a su espalda.
En 2006, el dañado violín fue hallado en el ático de una casa en Gran Bretaña. Fue autentificado a través de pruebas de depósitos de aguas de sal, según un comunicado de Henry Aldridge and Son, que realizó la actuación en Wiltshire, Inglaterra. El violín fue adornado con una placa plateada que lo conectó con Hartley.
Los nombres del vendedor y el comprador no han sido revelados.
El famoso naufragio fue descubierto en 1985 en la costa de Halifax, Nueva Escocia, en Canadá. Desde entonces ha habido varias expediciones de investigación y recuperación.
El interés por los restos del barco resurgió con la publicación de la cinta Titanic en 1997, que recaudó 1,800 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndola en la segunda más vista en la historia, según Box Office Mojo, un sitio que sigue las cifras de ventas de boletos.
Con los años, las exhibiciones de artefactos del Titanic han generado millones de dólares.
En 2004, Guernsey’s subastó objetos del Titanic y algunos objetos que habían sido heredados por familiares de los sobrevivientes. Un menú del restaurante fue vendido por casi 100,000, dijo el presidente de la casa de subastas en esa ocasión.
Sopin, un abogado de Filadelfia, tiene entre 300 y 400 objetos del Titanic.
“La nave es un microscosmos de la sociedad”, señala y agrega que personas muy diferentes abordaron el barco esa noche.
Tiene tanto villanos como héroes. Hartley y su banda, de la que nadie sobrevivió, destacan en el último grupo.
"Lo que hicieron pudo de hecho causar un sensación de calma en ese barco", dijo Sopin. "No se puede más que imaginar el pandemonio que hubiera ocurrido de otra forma. Salvó un montón de vidas".

Pronto aumentaría el precio del chocolate a nivel mundial

Por Alanna Petroff, CNNMoney
(CNNMoney) — ¡Cuidado, amante del chocolate! El precio de tu dulce favorito aumenta.
La creciente demanda en mercados emergentes (como India) y el mal clima en los principales países productores de cacao impulsa el costo de sus ingredientes clave, lo que deja a los fabricantes sin más remedio que transferir algo de ese dolor a los consumidores.
El precio de la manteca de cacao se sitúa en su punto más alto en cuatro años, ya que aumentó 70% en los últimos 12 meses, de acuerdo con Liliana Gonzalez, de la consultora de mercancías Mintec.
El costo de producción de una barra de chocolate con leche promedio aumentó 25% en el mismo periodo, escribió Gonzalez en un reporte para la revista especializada británica, The Grocer.
“Si los fabricantes soportan un costo incrementado a lo largo de un periodo extenso, no es sorpresa que tengan que pasar ese costo”, dijo Peter Greweling, un fabricante de chocolate artesanal y profesor de Panadería y Pastelería en el Instituto Culinario de América, en Estados Unidos.
Pero no esperes sorpresas increíbles en tu próxima visita a la máquina expendedora o la tienda. Los fabricantes no quieren asustar a los consumidores leales.
“Lo que normalmente hace la industria es incrementar el precio, reducir el contenido de cacao o reducir el tamaño de sus productos”, explicó Laurent Pipitone, director de la división de Estadística y Economía en la Organización Internacional de Cacao.
Susan Smith, vocera del Consejo del Chocolate en la Asociación Nacional de Confiteros de Estados Unidos, dijo que los costos de los ingredientes aumentaron, pero los fabricantes hacen lo mejor posible por evitar problemas a sus consumidores.
“Se supone que los chocolates son un dulce asequible (...) Hacen lo que pueden para no aumentar los precios, pero si sus costos suben con el paso del tiempo, tienen que hacer algunos ajustes”.
En los últimos 12 meses, los precios minoristas de chocolate en Estados Unidos aumentaron un 7%, dijo Smith, en comparación con una inflación anual de aproximadamente 1.5% en ese país.
Quienes consumen chocolate oscuro de alta gama, con un mayor contenido de cacao, son los que probablemente resultarán más afectados.
“Esos [chocolates] están hechos por fabricantes más pequeños y no pueden absorber tanto los costos extra comparados con los fabricantes más grandes”, dijo Greweling.
El mercado global de la confitería de chocolate, que ya vale 110.000 millones de dólares, crece más de 6% anualmente, según la consultora de mercados Euromonitor. La demanda en Latinoamérica, Medio Oriente y África se expande a un ritmo mucho mayor.
A medida que la demanda aumenta, la escasez de cacao debido al mal clima en los principales países productores como Costa de Marfil, Ghana e Indonesia, presiona a los proveedores.
El cacao es el producto agrícola de mejor desempeño hasta ahora este año, de acuerdo con Kona Haque, analista de mercancías agrícolas de Macquarie. Los precios aumentaron casi un 20% desde que llegaron a un punto bajo en marzo de 2013, y Haque espera mayores ganancias en 2014.

Malala, la chica más valiente del mundo

La entrevista de Christiane Amanpour con Malala Yousafzai, La chica más valiente del mundo, se transmitirá en CNN el domingo, 13 de octubre a las 19:00 ET, y se volverá a emitir durante el programa habitual de Amanpour de los lunes.
Por Mick Krever , CNN


Cuando Malala Yousafzai despertó del coma al que los talibanes la llevaron, era consciente de muy pocas cosas.
"Sí, Malala, te dispararon", se dijo.
Pensó en sus sueños -tendida en una camilla, en algún lugar lejos de su hogar y de su escuela- y se dio cuenta de que no eran sueños, sino sus recuerdos.

"Las enfermeras y los médicos, todos hablaban en Inglés", recuerda. "Me di cuenta de que ya no estaba en Pakistán".
Malala Yousafzai sólo quería ir a la escuela.
Pero ella vivía en una zona de Pakistán, el Valle de Swat, donde los talibanes habían tomado el poder, e impuesto su dura ideología -la música prohibida, ninguna mujer visible, y por supuesto las niñas no podían ir a la escuela.
Por haber desafiado su voluntad, y por negarse a permanecer en silencio, los talibanes intentaron asesinar a Malala, entonces una niña de 15 años.
Milagrosamente, sobrevivió, y ha continuado su lucha poderosa en defensa del valor y la importancia de la educación, contra el extremismo y en defensa de la igualdad.
Casi un año después del día en que atentaron contra su vida, Malala, y su padre Ziauddin, hablaron con la enrevistadora de la CNN, Christiane Amanpour, en director en la 92nd Street de Nueva York.
Los talibanes, le dijo a Amanpour, "dicen que vamos a luchar por el Islam. ... Así que creo que tenemos que pensar en ellos".
"Y quiero decirles a los talibanes de forma pacífica que la verdadera yihad es la lucha a través de los lápices y las palabras. Esta es mi yihad. Estoy luchando por mis derechos, por los derechos de todas las niñas".
Cuando se despertó tras una semana en coma pidió a su madre y a su padre un pedazo de papel para comunicarse con ellos. Tenía un tubo en la garganta para respirar que le impedía hablar.
"Lo primero que hice fue dar gracias a Dios porque había sobrevivido", le dijo a Amanpour.
"Y la segunda pregunta que era muy importante para mí y que me preocupaba mucho era quién pagaría la atención médica que estaba recibiendo. No teníamos dinero y sabía que mi padre dirigía una escuela, pero los edificios eran de alquiler, la casa estaba en alquiler ... Y pensé que estaría pidiendo préstamos para poder pagar".
Una niña de 15 años de edad una semana después de recibir un disparo en la cabeza por los talibanes, estaba preocupada por cómo pagarían las facturas médicas.

Las circunstancias extraordinarias
Malala tenía diez años cuando los talibanes llegaron al valle de Swat, escribe en sus memorias que acaban de publicarse esta semana, "I Am Malala".
"Moniba y yo habíamos estado leyendo los libros de Crepúsculo y queríamos ser vampiros", escribió . "Nos parecía que los talibanes llegaron por la noche igual que los vampiros".
El Talibán comenzó a transmitir sermones nocturnos de Radio FM. Todo el mundo empezó a llamarlo "mulá FM".
En un principio, sus mensajes eran de orientación en la vida que atrajeron a un público devoto, incluyendo la madre de Malala.
Poco a poco, se hicieron más radicales, instando a la gente a renunciar a sus televisores y a su música.
Entonces Mullah Radio -como lo llamaban- hizo un anuncio que la joven colegiala no podía cumplir.
"Ninguna chica debe ir a la escuela", recuerda que dijeron. "Y si van, que se atengan a las consecuencias..."
Felicitaron a las chicas que dejaron la escuela.
"La señorita Fulana ya no va al colegio y va a ir al cielo", decía.
Y sólo tenía que dar un paseo por mi ciudad natal, Mingora, en el valle de Swat, para ver lo que pasaba cuando te cruzabas con ellos y los desafiabas: mujeres azotadas en la calle, hombres decapitados que yacían en la cuneta...
Pero Malala decidió desafiarles. Ella fue a la escuela de forma normal, y escuchó la música occidental que le gustaba -Justin Bieber y Selena Gomez- .
Cambió su uniforme escolar por ropa normal, para evitar llamar la atención, aunque llevaba una mochila de Harry Potter, como se muestra en el documental de Adam Ellick del New York Times.
En un momento, una cadena de televisión Pashto entrevistó a algunos niños de la escuela, incluyendo Malala, sobre la vida en Swat. Poco después ella habló en una cadena nacional, Geo TV.
"Yo no quiero estar en silencio, ¿por qué voy a tener que vivir en esa situación para siempre", dijo, casi gritando al final. "Y fue la mejor idea, porque de lo contrario nos iban a matar, y si nos mataban, al menos había hablado antes".
Un productor de la BBC le pidió a su padre que uno de sus maestros escribiera un blog sobre cómo era vivir bajo el régimen talibán, pero Malala se ofreció a hacerlo ella misma.
"Camino a casa tras la escuela, escuché a un hombre decir 'te voy a matar'", escribió el 3 de enero de 2009. "Apresuré el paso y después de un tiempo volví a mirar si el hombre seguía detrás de mí. Pero, para mi alivio vi que estaba hablando por el móvil y que no me lo había dicho a mí, sino que debía haber estado amenazando a alguien por teléfono".

Niña de papá
Realmente no se puede contar la historia de Malala Yousafzai sin hablar de su padre, Ziauddin.
En la mayoría de las familias paquistaníes cuando nace una niña "a las madres se les da una especie de pésame ya que los niños son mucho más valorados que las niñas", explicó Ziauddin a Amanpour. En su caso no fue así.
"La gente suele preguntarme qué es lo que hice, pero la pregunta debía ser qué es lo que no hice. Eso es importante. La única cosa que no hice, en contra de todos los tabúes y la tradición, fue no cortar las alas a mi hija y dejarle volar".
Es imposible estar con Ziauddin y su hija y no conmoverse por el amor que siente por su hija.
"Ella es la persona más valiosa de mi vida", dijo a Amanpour. "Y no sólo somos padre e hija, somos amigos".
Pero el carácter de Malala, es también fruto del coraje de Ziauddin, más allá de su devoción por ella, que ha alimentado su determinación.
"También recuerdo la época del terrorismo, cuando nadie hablaba, y mi padre se atrevió a hablar, y él levantó su voz", cuenta Malala.
Ziauddin es un maestro de inglés vocacional que dirige la escuela de niñas a la que acudía Malala, la Escuela Khushal.
"Si llegaron los talibanes y arruinaron mi escuela qué iba a decir ¿¡No lo condenen!?. Es muy difícil. ¿Cómo no iba a decir nada si estaban matando a mi gente?" dijo Ziauddin de los talibanes. "Creo que es mejor morir que vivir en una situación así", le dijo a Amanpour. "Creo que es mejor vivir un día para hablar del derecho a vivir, que someterte a una vida de cien años de esclavitud".
Incluso cuando aparecía en los medios de comunicación internacionales a Malala le preocupaba más que los talibanes fueran a por su padre que a por ella.
"Estaba preocupado por mi padre, porque yo no esperaba que talibanes vinieran a por mí", dijo. "Pensé que se comportarían como seres humanos".
Fue Ziauddin quien animó a Malala a hablar, y le permitió dar entrevistas televisivas, llevar el blog de la BBC, y elevar su perfil internacional.
"¿Y no se siente responsable del ataque que casi acabó con la vida de su hija?", le preguntó Amanpour.
"No", dijo enfáticamente. "Nunca".
El gobierno de Pakistán, dijo, "no podía proteger 400 escuelas en Swat. Deberían estar arrepentidos de no poder proteger a las niñas de ser azotadas. De no poder evitar que se vendan las infraestructuras de Swat y no podían proteger a los hombres para que no sean sacrificados en una plaza. ¿Por qué debo arrepentirme yo?"

El político
Cuando Malala era joven, quería ser médico. Sacaba buenas notas "y no sólo porque mi padre fuera el director de la escuela", dijo entre risas. "En mi comunidad las chicas estudiosas tenían dos salidas, o médicas o maestras", explica Malala. Pero Ziaudin se dio cuenta de que su hija podía ser un prodigio, y la animó a hablar y plantearse dedicarse a la política.
Pronto, le empezó a gustar la idea."Me di cuenta de que convertirse en médico, sólo puedo ayudar a una pequeña comunidad", dijo. "Pero un político puede ayudar a todo un país", señala la niña.
Y, con un irónico sentido del humor que sorprendió y deleitó a la audiencia añadió que muchos médicos en Pakistán "tienen que tratar a los pacientes que están siendo heridos, que están siendo asesinados. Por eso quiero ir a parar a las personas que están haciendo las matanzas. Así es también como los médicos que ayudan".
Y ella añadió: "Yo quiero ser la primera ministra de Pakistán".

La familia nuclear
Tanta ha sido la atención centrada en Malala y su padre -tan progresista en su causa- que es fácil olvidarse de la madre y los dos hermanos de Malala que han permanecido casi invisibles a los ojos del público.
Su madre, que es devota, ha apoyado su causa, dijo Malala, pero sólo ha mantenido un perfil modesto.
Sólo habla el urdu, la lengua nacional de Pakistán, y creció como analfabeta. Ahora sabe leer y escribir sólo en su lengua materna local.
Malala dijo que su madre solía llevarla al mercado y la regañaba por no cubrirse adecuadamente la cabeza.
"Ella me decía, tápate la cara. Ves, ese hombre te está mirando" le contó la niña a Amanpour. "Yo le decía, ¡mamá, yo también les estoy mirando a ellos!".

El fatídico día
El 9 de octubre de 2012, Malala iba sentada en el banquillo blanco de su Toyota Townace volviendo a casa desde la escuela. Acababa de hacer un examen y estaba feliz charlando con sus amigos.
Dos hombres estaban parados en el medio de la carretera, bloqueando el camino de la furgoneta. Empezaron a hablar con el conductor.
"Otro muchacho llegó al fondo de la furgoneta donde estábamos nosotros. Me preguntó: '¿Quién es Malala?'. Nadie le respondió porque estábamos pensando en nuestro examen y hablando de las notas que íbamos a sacar. Así que se puso furioso", recuerda Malala.
"Me preguntó otra vez: '¿Quién es Malala?' Y ni siquiera me dio tiempo a responder. En cuestión de segundos disparó tres balas. Una bala me dio en el lado izquierdo de la frente", dijo. "Mis otras dos amigas fueron asesinadas... Eso fue muy triste para mí, porque me sentía culpable por el ataque, iban a por mí, no a por ellas. Así que fue muy triste cuando me enteré".
La siguiente vez que vio la luz del día, estaba a miles de kilómetros de distancia, en un hospital británico.

El mundo conoce a Malala
"Yo no sabía que el mundo entero estaba rezando por mí, y siguen orando por mí" dijo Malala a Amanpour. "No sólo el pueblo de Pakistán, no sólo los musulmanes, no sólo los pastunes, sino todo el mundo rezó por mí".
Incluso celebridades como Madonna o Angelina Jolie o los líderes Gordon Brown y la reina Isabel II me han ofrecido su apoyo.
La reina, de hecho, ha extendido una invitación a Malala y su padre para una visita real.
"Cuando la gente escribe en Twitter , apoyamos Malala , no significa sólo "no son más que apoyando Malala, la persona, dijo. "Ellos también están apoyando mi causa . Esto significa que todo el mundo está tomando parte en favor de la educación de las niñas, a la educación de todos los niños".
"En Swat, antes de que llegara el terror talibán, íbamos a la escuela como cualquier niño, con una bolsa pesada y deberes por hacer todos los días para intentar sacar buenas notas", recordó Malala.
"Pero los terroristas tienen miedo a la educación. Tienen miedo al poder de la educación". Ese poder la ha sostenido a través de su vida en condiciones increíblemente duras a través de un intento de asesinato, a través del mundo extraño de giras de su libro y reporteros gritando y flashes de las cámaras.
"Cometieron un error, el error más grande. Ellos me aseguraron, y ellos me dijeron, con su ataque, que hasta la muerte me está apoyando, que hasta la muerte no me quiere con ella". Y añade: "Me pueden matar, pero solo pueden matar a Malala, ya no pueden acabar con mi causa, la causa de la educación, de la paz, y mi causa de los derechos humanos. Y la igualdad seguirá sobreviviendo. No pueden matar mi causa".
Y Concluye: "Sólo pueden disparar a un cuerpo, pero no pueden disparar a mis sueños".