"Cierta vez he estado junto a tres campesinos, ante el lecho de muerte de su madre. Y en verdad que era doloroso. Por segunda vez se cortaba el cordón umbilical. Por segunda vez se deshacía el nudo: el que liga una generación con la otra. Estos tres hijos se hallaban, de pronto, solos, teniendo que aprenderlo todo, privados de una mesa familiar donde reunirse los dias de fiesta, privados del polo donde se encontraban todos. Pero descubrí, también, en esa ruptura, que la vida puede ser dada por segunda vez. Esos hijos, también ellos, a su vez, se harían cabezas de fila, puntos de reunión y patriarcas, hasta el momento en que les llegase el turno de transmitir el mando a la camada de pequeños que jugaban en el patio.
Miraba a la madre, a esa vieja campesina de apacible y duro rostro, de labios apretados, su rostro convertido en máscara de piedra. Y reconocía en ella el rostro de sus hijos. Esa máscara había servido para imprimir la de ellos. Aquel cuerpo había servido para imprimir estos cuerpos, estos hermosos ejemplares de hombres. Ella reposaba rota, pero como una ganga de la que se ha sacado el fruto. A su vez, hijos e hijas de su carne, imprimirían pequeños hombres. No se muere en la granja. La madre ha muerto, ¡viva la madre!
Dolorosa, sí, pero tan simple esta imagen del linaje, abandonando uno tras otro, sobre su camino, los hermosos despojos de cabellos blancos, marchando hacia vaya a saber uno qué verdad, a través de su metamorfosis.
Por ello, esa misma noche, la campana de los muertos de la aldea me pareció cargada, no de desesperación, sino de una alegría discreta y tierna. Ella que celebraba con la misma voz los entierros y los bautismos, anunciaba una vez más el paso de una generación a otra. Y solo se experimentaba una gran paz al oír cantar los esponsales de una pobre vieja con la tierra."
Lo que se transmitía así, de generación en generación, con el lento progreso de un crecimiento de árbol, era la vida, pero era también la conciencia. ¡Qué misteriosa ascención! De una lava en fusión, de una pasta de estrella, de una célula viva germinada por milagro hemos brotado, y, poco a poco, nos hemos elevado hasta escribir cantatas y pesar vías lácteas.
La madre no había transmitido solo la vida: ella había enseñado un lenguaje. Había confiado a sus hijos el caudal tan lentamente acumulado en el curso de los siglos, el patrimonio espiritual que ella misma había recibido en depósito, ese pequeño lote de tradiciones, de conceptos y de mitos que constituye toda la diferencia que separa a Newton o Shakespeare del bruto de la cavernas.
Lo que sentimos cuando tenemos hambre, esa hambre que impulsaba a los soldados de España bajo los disparos hacia la lección de botánica, que impulsó a Mermoz hacia el Atlántico Sur, que impulsaba a alguien hacia su poema, es que el Génesis no está acabado y que necesitamos alcanzar conciencia de nosotros mismos y del universo. Tenemos que tender pasarelas en la noche. Esto lo ignoran sólo aquellos que forman su sabiduría en una indiferencia que creen egoísta. ¡Pero todo desmiente a esa sabiduría! Camaradas, camaradas míos, yo os tomo por testigos: ¿Cuándo nos hemos sentido felices?"
Antoine de Saint Exupery. "Tierra de hombres".
El Apócope
Se define el apócope como la pérdida de una o más letras al final de una palabra cuando ésta va antes de un nombre, de un adjetivo, de un verbo o de un adverbio.
Por ejemplo, “uno” se convierte en “un” cuando viene antes de un nombre masculino singular.
Ejemplos:
Tengo un libro, y tú ¿Cuántos libros tienes?
Tengo uno.
Generalmente ocurre cuando acompaña a un nombre que es masculino singular.
Ejemplos:
Tengo un libro
Él tiene una agenda
Antes de un nombre:
Las palabras que adoptan la forma apocopada, solamente en la forma masculina y singular, son las siguientes:
Bueno - buen
Malo - mal
Primero - primer
Tercero - tercer
Uno - un (todos los numerales que terminan con este número: veintiún, treinta y un, ciento un)
Alguno - algún
Ninguno - ningún
Santo – san (excepciones: Santo Ángel, Santo Domingo, Santo Tomás, Santo Tomé y Santo Toribio)
Ejemplos:
¿Hay algún sacacorchos por aquí?
Llegó en tercer puesto.
Él es un buen alumno.
Pero: No hay ninguno. No hay ninguna cuchara. Ella no es buena cocinera.
Las palabras que adoptan la forma apocopada tanto en la forma masculina como en la femenina, pero siempre singular, son las siguientes:
Cualquiera - cualquier
Grande - gran
Ejemplos
Éste no es cualquier coche.
Ella es una gran mujer.
Antes de verbo:
Recientemente - recién
Ejemplos:
La pared está recién pintada. ¡Cuidado!
Antes de un adjetivo o un adverbio:
Tanto - tan
Cuanto - cuan
Ejemplos:
Ven tan rápido como puedas.
Vine cuan rápido podía.
Los días de la semana
En portugués, los días de la semana tienen origen cristiano, tienen que ver con la creación del mundo, por eso no hay prima o primeira-feira, pues el domingo es el primer día de la semana.
Pero, en español, como en otros idiomas, el origen de los nombres de los días de la semana tienen origen pagano.
Los romanos asociaron el nombre de sus dioses con los objetos celestiales, nombrando así los planetas que se podían observar: Luna (diosa de la Luna), Marte (dios de la guerra), Mercurio (mensajero de los dioses), Júpiter (dios padre), Venus (diosa de la belleza), Saturno (dios del tiempo). Posteriormente, se nombraron, durante el imperio romano, de esta forma los días de la semana, el primero haciendo referencia a la Luna, seguido de los otros.
El origen del día sábado es diferente, su nombre viene de la palabra "sabbat" (séptimo día, día de descanso de Dios en la creación del mundo).
Finalmente, el Domingo tiene relación con el sol y con Jesús. El emperador romano Constantino, antes de llegar a emperador, adoraba a Mitra (dios del Sol), pero cuando iba a luchar con su rival Majencio por el poder, tuvo un sueño en el que vio una cruz dentro de un sol con la inscripción "vence con esto", adoptó un estandarte con el símbolo y venció la batalla. Luego después, se declaró cristiano y dedicó el domingo al Señor. También prohibió hacer trabajos manuales ese día, cambiándolo por el sábado.
Por ese motivo, en español actualmente conocemos los días de la semana así:
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Pero, en español, como en otros idiomas, el origen de los nombres de los días de la semana tienen origen pagano.
Los romanos asociaron el nombre de sus dioses con los objetos celestiales, nombrando así los planetas que se podían observar: Luna (diosa de la Luna), Marte (dios de la guerra), Mercurio (mensajero de los dioses), Júpiter (dios padre), Venus (diosa de la belleza), Saturno (dios del tiempo). Posteriormente, se nombraron, durante el imperio romano, de esta forma los días de la semana, el primero haciendo referencia a la Luna, seguido de los otros.
El origen del día sábado es diferente, su nombre viene de la palabra "sabbat" (séptimo día, día de descanso de Dios en la creación del mundo).
Finalmente, el Domingo tiene relación con el sol y con Jesús. El emperador romano Constantino, antes de llegar a emperador, adoraba a Mitra (dios del Sol), pero cuando iba a luchar con su rival Majencio por el poder, tuvo un sueño en el que vio una cruz dentro de un sol con la inscripción "vence con esto", adoptó un estandarte con el símbolo y venció la batalla. Luego después, se declaró cristiano y dedicó el domingo al Señor. También prohibió hacer trabajos manuales ese día, cambiándolo por el sábado.
Por ese motivo, en español actualmente conocemos los días de la semana así:
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Todavía
La palabra "todavía" en español es diferente del portugués, quiere decir algo que en este momento aún no ha sido realizado.
Por ejemplo:
Todavía no he limpiado la casa, porque no he tenido tiempo (hasta ahora no la he limpiado).
Quiero llamarla pero todavía no he podido hacerlo (hasta ahora no lo he hecho).
*A palavra "todavia" do português pode ser traduzida ao espanhol como "aunque"
Aunque lo queríamos no realizamos el viaje.
Fuimos a la playa, aunque lloviese mucho.
Por ejemplo:
Todavía no he limpiado la casa, porque no he tenido tiempo (hasta ahora no la he limpiado).
Quiero llamarla pero todavía no he podido hacerlo (hasta ahora no lo he hecho).
*A palavra "todavia" do português pode ser traduzida ao espanhol como "aunque"
Aunque lo queríamos no realizamos el viaje.
Fuimos a la playa, aunque lloviese mucho.
Vivo Por Ella (Andrea Bocelli - letra)
Vivo por ella sin saber
si la encontré o me ha encontrado
Ya no recuerdo como fue
pero al final me ha conquistado
Vivo por ella que me da
toda mi fuerza de verdad
Vivo por ella y no me pesa
Vivo por ella yo también
no te me pongas tan celoso
Ella entre todas es la más
dulce y caliente como un beso
Ella a mi lado siempre está
para apagar mi soledad
Más que por mí por ella
yo vivo también
Es la musa que me invita
A tocarla suavecita
En mi piano a veces triste
la muerte no existe
si ella está aquí
Vivo por ella que me da
todo el afecto que le sale
A veces pega de verdad
pero es un puño que no duele
Vivo por ella que me da
fuerza, valor y realidad
para sentirme un poco vivo
¡Cómo duele cuando falta!
Vivo por ella en un hotel
¡Cómo brilla fuerte y alta!
Vivo por ella en propia piel
Si ella canta en mi garganta
mis penas más negras espanto
Vivo por ella y nadie más
puede vivir dentro de mí
Ella me da la vida, la vida
Sí está junto a mí
Si está junto a mí
Desde un palco o contra un muro
Vivo por ella al límite
En el trance más oscuro
Vivo por ella íntegra
Cada día una conquista
la protagonista
es ella también
Vivo por ella porque va
dándome siempre la salida
porque la música es así
fiel y sincera de por vida
Vivo por ella que me da
noches de amor y libertad
Si hubiese otra vida, la vivo
por ella también
Ella se llama música
Yo vivo también
Vivo por ella créeme
Por ella también
Yo vivo per lei
Yo vivo per lei
si la encontré o me ha encontrado
Ya no recuerdo como fue
pero al final me ha conquistado
Vivo por ella que me da
toda mi fuerza de verdad
Vivo por ella y no me pesa
Vivo por ella yo también
no te me pongas tan celoso
Ella entre todas es la más
dulce y caliente como un beso
Ella a mi lado siempre está
para apagar mi soledad
Más que por mí por ella
yo vivo también
Es la musa que me invita
A tocarla suavecita
En mi piano a veces triste
la muerte no existe
si ella está aquí
Vivo por ella que me da
todo el afecto que le sale
A veces pega de verdad
pero es un puño que no duele
Vivo por ella que me da
fuerza, valor y realidad
para sentirme un poco vivo
¡Cómo duele cuando falta!
Vivo por ella en un hotel
¡Cómo brilla fuerte y alta!
Vivo por ella en propia piel
Si ella canta en mi garganta
mis penas más negras espanto
Vivo por ella y nadie más
puede vivir dentro de mí
Ella me da la vida, la vida
Sí está junto a mí
Si está junto a mí
Desde un palco o contra un muro
Vivo por ella al límite
En el trance más oscuro
Vivo por ella íntegra
Cada día una conquista
la protagonista
es ella también
Vivo por ella porque va
dándome siempre la salida
porque la música es así
fiel y sincera de por vida
Vivo por ella que me da
noches de amor y libertad
Si hubiese otra vida, la vivo
por ella también
Ella se llama música
Yo vivo también
Vivo por ella créeme
Por ella también
Yo vivo per lei
Yo vivo per lei
En cuanto... (diferencia)
Sí, en español existe "en cuanto", pero antes de que empieces a usarlo como en portugués cabe una aclaración; tiene significado diferente, quiere decir: en el momento en que.
Ejemplos:
En cuanto llegue a mi casa, te llamo.
En cuanto empezó a llover, entré a la casa.
Para obtener el significado de la palabra en portugués, se utiliza "mientras".
Ejemplos:
Mientras no había nadie en la oficina, el ladrón entró.
Mientras se acueste tarde, no se levantará temprano.
Ejemplos:
En cuanto llegue a mi casa, te llamo.
En cuanto empezó a llover, entré a la casa.
Para obtener el significado de la palabra en portugués, se utiliza "mientras".
Ejemplos:
Mientras no había nadie en la oficina, el ladrón entró.
Mientras se acueste tarde, no se levantará temprano.
Presente de Indicativo.-
Se usa para indicar algo que ocurre en este momento, podemos utilizarlo también para indicar un futuro cercano o cuando usamos el condicional "si" para indicar una probabilidad, o para referirnos a algo que sucede con frecuencia.
Ejemplos:
-¿Qué haces? -Escribo una carta
-Te llamo esta tarde.
-Si llueve, no podré ir a tu casa.
-Voy a la escuela los lunes y miércoles.
Conjugación:
Los verbos regulares, como en portugués, se conjugan preservando la raíz y siguiendo una misma forma de conjugar, de acuerdo con la conjugación a la que pertenecen.
Ejemplos:
Otros verbos regulares:
(AR) Escuchar, mirar, llamar(se), callarse, dibujar, caminar, llevar, lavar, estudiar, pasar, parar, digitar, montar, etc.
(ER) beber, ceder, leer, correr, etc.
(IR) escribir, abrir, partir, etc.
Ejemplos:
-¿Qué haces? -Escribo una carta
-Te llamo esta tarde.
-Si llueve, no podré ir a tu casa.
-Voy a la escuela los lunes y miércoles.
Conjugación:
Los verbos regulares, como en portugués, se conjugan preservando la raíz y siguiendo una misma forma de conjugar, de acuerdo con la conjugación a la que pertenecen.
Ejemplos:
Otros verbos regulares:
(AR) Escuchar, mirar, llamar(se), callarse, dibujar, caminar, llevar, lavar, estudiar, pasar, parar, digitar, montar, etc.
(ER) beber, ceder, leer, correr, etc.
(IR) escribir, abrir, partir, etc.
WikiLeaks pierde US$ 620 mil por semana (El Mercurio)
Según el fundador del sitio, Julian Assange:
WikiLeaks pierde US$ 620 mil por semana
El portal está inmerso en un gran problema financiero. Al perder los aportes que antes de las últimas filtraciones recibía de empresas, su futuro es incierto.
Desde que WikiLeaks comenzó a filtrar cables diplomáticos en noviembre del año pasado, el portal ha estado perdiendo más de US$ 620 mil todas las semanas. Así lo explicó su fundador, Julian Assange, en una entrevista realizada por los diarios suizos La Tribune y 24 heures.
El hacker australiano fue consultado por los diarios si continuaría con sus actividades de difusión de cables a pesar de la presión que está sufriendo desde distintos ámbitos, y aseguró que esto lo beneficia, y que desde una perspectiva personal no terminará con lo que ha estado haciendo. "Yo diría incluso que las presiones fortalecen mi determinación", dijo. "Pero desde un punto de vista financiero, es otra cosa".
En este momento, el problema monetario que enfrenta es uno de los temas más complicados. En el futuro, dijo, esto podría dificultarle la difusión de cables, pues los costos que genera su plataforma son muy altos. Y en vez de ganar dinero con el material exhibido, lo pierde. "Para continuar nuestras actividades será necesario de una manera u otra recuperar este dinero", afirmó.
Después de que se empezaron a dar a conocer los cables de la diplomacia estadounidense, Washington reaccionó negativamente por las publicaciones que ponían al descubierto valoraciones internas de diplomáticos norteamericanos en todo el mundo.
Esto provocó que varias empresas norteamericanas suspendieran sus negocios con WikiLeaks. Inmediatamente, los seguidores del portal protestaron por las medidas tomadas por las firmas.
Algunas de las empresas que transferían dineros al portal eran Visa, MasterCard y PayPal. Sin embargo, todas decidieron terminar su relación con el sitio, consignó AP.
Esto desató una ciber pelea entre los simpatizantes de WikiLeaks y las empresas. Grupos de hackers atacaron ciertos sitios que suspendieron la transferencia de fondos, entre ellos el de Visa y el de MasterCard.
Por ahora, Assange, que vive en casa de un amigo cerca de la capital de Gran Bretaña, tiene pensado solventar parte de los gastos de su portal con los ingresos que obtenga de su autobiografía. El trato para vender el libro lo hizo con una editorial británica, y espera ganar más de un millón de libras, unos 1,5 millones de dólares.
Hoy, martes, en una audiencia en Londres, será fijada la fecha del proceso para una posible extradición de Assange, donde está encargado por supuesto abuso sexual.
"Me siento un poco como un pájaro en una jaula" dijo, por las condiciones de su libertad condicional.
WikiLeaks pierde US$ 620 mil por semana
El portal está inmerso en un gran problema financiero. Al perder los aportes que antes de las últimas filtraciones recibía de empresas, su futuro es incierto.
Desde que WikiLeaks comenzó a filtrar cables diplomáticos en noviembre del año pasado, el portal ha estado perdiendo más de US$ 620 mil todas las semanas. Así lo explicó su fundador, Julian Assange, en una entrevista realizada por los diarios suizos La Tribune y 24 heures.
El hacker australiano fue consultado por los diarios si continuaría con sus actividades de difusión de cables a pesar de la presión que está sufriendo desde distintos ámbitos, y aseguró que esto lo beneficia, y que desde una perspectiva personal no terminará con lo que ha estado haciendo. "Yo diría incluso que las presiones fortalecen mi determinación", dijo. "Pero desde un punto de vista financiero, es otra cosa".
En este momento, el problema monetario que enfrenta es uno de los temas más complicados. En el futuro, dijo, esto podría dificultarle la difusión de cables, pues los costos que genera su plataforma son muy altos. Y en vez de ganar dinero con el material exhibido, lo pierde. "Para continuar nuestras actividades será necesario de una manera u otra recuperar este dinero", afirmó.
Después de que se empezaron a dar a conocer los cables de la diplomacia estadounidense, Washington reaccionó negativamente por las publicaciones que ponían al descubierto valoraciones internas de diplomáticos norteamericanos en todo el mundo.
Esto provocó que varias empresas norteamericanas suspendieran sus negocios con WikiLeaks. Inmediatamente, los seguidores del portal protestaron por las medidas tomadas por las firmas.
Algunas de las empresas que transferían dineros al portal eran Visa, MasterCard y PayPal. Sin embargo, todas decidieron terminar su relación con el sitio, consignó AP.
Esto desató una ciber pelea entre los simpatizantes de WikiLeaks y las empresas. Grupos de hackers atacaron ciertos sitios que suspendieron la transferencia de fondos, entre ellos el de Visa y el de MasterCard.
Por ahora, Assange, que vive en casa de un amigo cerca de la capital de Gran Bretaña, tiene pensado solventar parte de los gastos de su portal con los ingresos que obtenga de su autobiografía. El trato para vender el libro lo hizo con una editorial británica, y espera ganar más de un millón de libras, unos 1,5 millones de dólares.
Hoy, martes, en una audiencia en Londres, será fijada la fecha del proceso para una posible extradición de Assange, donde está encargado por supuesto abuso sexual.
"Me siento un poco como un pájaro en una jaula" dijo, por las condiciones de su libertad condicional.
¿Cómo saber si el vino se encuentra a la temperatura adecuada? (El Comercio)
Por Cristina Vallarino
Muchas veces no le damos la importancia necesaria, pero vaya que la temperatura del vino que vamos a tomar es algo a lo que tenemos que prestarle atención.
Si sentimos que el vino tiene poco aroma, hay que subirle un poco la temperatura, de esta manera se aumenta la volatilidad y es más aromático.
Si el único aroma que sentimos es el alcohol y no los otros que tienen los vinos, hay que servirlo más frío, ya que a mayor temperatura, más evaporación.
Si el vino les parece poco ácido, hay que servirlo más frío. Cuando el vino blanco es demasiado pesado, solo queda enfriarlo más porque cuanto más frío esté, más resalta la acidez.
Cuando el vino es muy dulce (ojo, siempre y cuando esta no sea su característica), también hay que bajarle la temperatura. Es como las gaseosas: siempre parecen más dulces cuando están a temperatura ambiente, pero si esa misma gaseosa la toman fría no les parecerá tan dulce. Esto es muy fácil de comprobar.
Como verán, el frío arregla muchas cosas salvo el tanino (lo que hace que el vino se sienta amargo). Si a un vino tinto le bajamos mucho la temperatura, parecerá más amargo. Y, con respecto a los espumosos, siempre tenemos que mantenerlos en una champañera, de lo contrario, el gas se irá.
Muchas veces no le damos la importancia necesaria, pero vaya que la temperatura del vino que vamos a tomar es algo a lo que tenemos que prestarle atención.
Foto: Alberto Ruitenberg
Por ejemplo, algo básico es recordar siempre que la máxima temperatura de servicio es de 18º C. Después de eso, nos debemos guiar por el aroma, la acidez y la azúcar. Para saber reconocer lo que estos factores nos indican, tengan en cuenta lo siguiente:Si sentimos que el vino tiene poco aroma, hay que subirle un poco la temperatura, de esta manera se aumenta la volatilidad y es más aromático.
Si el único aroma que sentimos es el alcohol y no los otros que tienen los vinos, hay que servirlo más frío, ya que a mayor temperatura, más evaporación.
Si el vino les parece poco ácido, hay que servirlo más frío. Cuando el vino blanco es demasiado pesado, solo queda enfriarlo más porque cuanto más frío esté, más resalta la acidez.
Cuando el vino es muy dulce (ojo, siempre y cuando esta no sea su característica), también hay que bajarle la temperatura. Es como las gaseosas: siempre parecen más dulces cuando están a temperatura ambiente, pero si esa misma gaseosa la toman fría no les parecerá tan dulce. Esto es muy fácil de comprobar.
Como verán, el frío arregla muchas cosas salvo el tanino (lo que hace que el vino se sienta amargo). Si a un vino tinto le bajamos mucho la temperatura, parecerá más amargo. Y, con respecto a los espumosos, siempre tenemos que mantenerlos en una champañera, de lo contrario, el gas se irá.
Peligro: 10 cosas que jamás tenés que probar cuando salís a comer afuera (Diario La Nación)
Aquí, lo que uno jamás debe hacer si sale a comer afuera y pretende seguir con vida:
Por Ernesto Oldenburg
Planeta JOY
Nuestra confianza digestiva nace en la milanesa con fritas y los ravioles con tuco, y muere en el bife con mixta y la muzza media masa. Para todo lo demás, tenemos miedo. Salir a comer afuera puede ser un acto de arrojo, cualquiera sea el lugar elegido, siempre estamos confiando nuestro estómago a manos ajenas, con resultado incierto. Los amantes de la cocina de la abuela tuvimos que aceptar la moda de la cocina moderna: pero en nombre de la modernidad, muchas veces, se cometen sacrilegios. Estas son las 10 cosas que deberías evitar cuando salís a comer afuera.
1. No comer empanadas en una parrillas
Cuando vas a una parrilla, pedí sólo platos que provengan de las brasas. Y para ir picando, chori, morci o achuras. Jamás pidas una empanada, ya que muchos locales utilizan los recortes de carne asada para su relleno.
2. No untar el paté
Te lo dejan en tu mesa no bien llegás, pero lo que meten ese bol es una tristeza: procesan un rejunte de verduras sobrecocidas con algún caldillo o crema y las sobras que van pasando de mesa en mesa. Siempre mejor pedir manteca.
3. No pedir ensalada Caesar
La salsa en su receta original lleva yema de huevos crudos y con ellos, el riesgo de contraer salmonella.
4. No probar el pescado del día
La pesca del día no es otra cosa que una trampa literal -y literaria- del menú. La oferta nunca suele ser muy variada. En los bodegones medio pelo siempre será la merluza. Y el proveedor aparece una vez por semana. De frescura, nada.
5. No pedir ceviche si el restaurante no es peruano
La cocina peruana es pandemia. Y contagia con el síndrome de la mosca: aparece hasta en la sopa. Hoy todos los "restó" -palabra aborrecible- ofrecen ceviche, pero muy pocos hacen lo único que se debe hacer para prepararlo: hacerlo al momento con pescado bien fresco y, dentro de lo posible, con sus ingredientes originales.
6. No pedir aceite de oliva extra virgen
Estamos sentados en un bodegón. Todo pinta bien: ambiente, platos, pan y vino. Hasta que pedimos que nos traigan el aceite de oliva para condimentar la ensalada verde. Entonces, acercan un líquido opaco, espeso y rancio: lubricante digestivo de aroma fiel a su lóbrego aspecto que arruina todo lo que toca, sentidos incluidos. ¿Tiene sentido arruinar la rúcula con aceite de maíz o girasol? Para nada.
7. No pedir mariscos
Los mariscos, cuanto más frescos mejor. Del mar a la olla. ¿Cómo adivinar la edad y suerte de ese mejillón gratinado? ¿Hace cuánto abandonó su océano y transita por el patíbulo gastronómico, la dudosa cadena de frío a la que cada tanto se le pianta un eslabón? Ante la duda, mejor no pedirlos.
8. Evitar el volcán de chocolate
El almendrado de los 80 y el tiramisú de los 90. Pareciera que esta década para abrir un restaurante la AFIP solicita en su formulario que el chef sepa hacer el volcán de chocolate. ¡Vaya suerte! ¿Y nosotros qué somos, conejillos de indias? Aunque no es fácil replicar el postre más interpretado del mundo, hoy cualquiera se le anima. Para concebirlo con la dignidad de un traductor es necesario manipular con talento la mejor materia prima, lo cual no ocurre en la mayoría de los restaurantes.
9. Evitar la "sugerencia del chef"
Siempre hay que almorzar a la carta. El menú ejecutivo será la opción más económica, pero si se puede, lo mejor es esquivar las pizarras con la trilogía garabateada en tizas de colores. "Plato + bebida + postre = peligro de temporada". Por lo general, las propuestas de hoy, son las sobras de ayer.
10. No pedir vino por copa
Pedir vino por copas nos expone a tintos sobreoxigenados y blancos muertos. Tan muertos como la imagen de la marca. Esquivar el vino en copa hoy es fácil, pidiendo alguna buena botella de 375cl. que muchas bodegas han comenzado a comercializar.
¿Cuáles son las cosas que vos nunca probás? ¿Nos contás?
Por Ernesto Oldenburg
Planeta JOY
Nuestra confianza digestiva nace en la milanesa con fritas y los ravioles con tuco, y muere en el bife con mixta y la muzza media masa. Para todo lo demás, tenemos miedo. Salir a comer afuera puede ser un acto de arrojo, cualquiera sea el lugar elegido, siempre estamos confiando nuestro estómago a manos ajenas, con resultado incierto. Los amantes de la cocina de la abuela tuvimos que aceptar la moda de la cocina moderna: pero en nombre de la modernidad, muchas veces, se cometen sacrilegios. Estas son las 10 cosas que deberías evitar cuando salís a comer afuera.
1. No comer empanadas en una parrillas
Cuando vas a una parrilla, pedí sólo platos que provengan de las brasas. Y para ir picando, chori, morci o achuras. Jamás pidas una empanada, ya que muchos locales utilizan los recortes de carne asada para su relleno.
2. No untar el paté
Te lo dejan en tu mesa no bien llegás, pero lo que meten ese bol es una tristeza: procesan un rejunte de verduras sobrecocidas con algún caldillo o crema y las sobras que van pasando de mesa en mesa. Siempre mejor pedir manteca.
3. No pedir ensalada Caesar
La salsa en su receta original lleva yema de huevos crudos y con ellos, el riesgo de contraer salmonella.
4. No probar el pescado del día
La pesca del día no es otra cosa que una trampa literal -y literaria- del menú. La oferta nunca suele ser muy variada. En los bodegones medio pelo siempre será la merluza. Y el proveedor aparece una vez por semana. De frescura, nada.
5. No pedir ceviche si el restaurante no es peruano
La cocina peruana es pandemia. Y contagia con el síndrome de la mosca: aparece hasta en la sopa. Hoy todos los "restó" -palabra aborrecible- ofrecen ceviche, pero muy pocos hacen lo único que se debe hacer para prepararlo: hacerlo al momento con pescado bien fresco y, dentro de lo posible, con sus ingredientes originales.
6. No pedir aceite de oliva extra virgen
Estamos sentados en un bodegón. Todo pinta bien: ambiente, platos, pan y vino. Hasta que pedimos que nos traigan el aceite de oliva para condimentar la ensalada verde. Entonces, acercan un líquido opaco, espeso y rancio: lubricante digestivo de aroma fiel a su lóbrego aspecto que arruina todo lo que toca, sentidos incluidos. ¿Tiene sentido arruinar la rúcula con aceite de maíz o girasol? Para nada.
7. No pedir mariscos
Los mariscos, cuanto más frescos mejor. Del mar a la olla. ¿Cómo adivinar la edad y suerte de ese mejillón gratinado? ¿Hace cuánto abandonó su océano y transita por el patíbulo gastronómico, la dudosa cadena de frío a la que cada tanto se le pianta un eslabón? Ante la duda, mejor no pedirlos.
8. Evitar el volcán de chocolate
El almendrado de los 80 y el tiramisú de los 90. Pareciera que esta década para abrir un restaurante la AFIP solicita en su formulario que el chef sepa hacer el volcán de chocolate. ¡Vaya suerte! ¿Y nosotros qué somos, conejillos de indias? Aunque no es fácil replicar el postre más interpretado del mundo, hoy cualquiera se le anima. Para concebirlo con la dignidad de un traductor es necesario manipular con talento la mejor materia prima, lo cual no ocurre en la mayoría de los restaurantes.
9. Evitar la "sugerencia del chef"
Siempre hay que almorzar a la carta. El menú ejecutivo será la opción más económica, pero si se puede, lo mejor es esquivar las pizarras con la trilogía garabateada en tizas de colores. "Plato + bebida + postre = peligro de temporada". Por lo general, las propuestas de hoy, son las sobras de ayer.
10. No pedir vino por copa
Pedir vino por copas nos expone a tintos sobreoxigenados y blancos muertos. Tan muertos como la imagen de la marca. Esquivar el vino en copa hoy es fácil, pidiendo alguna buena botella de 375cl. que muchas bodegas han comenzado a comercializar.
¿Cuáles son las cosas que vos nunca probás? ¿Nos contás?
Jueves 6 de enero de 2011
"Un año Nuevo"
Dicen que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.
- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.
- Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo. - Y bueno, todas esas son cosas muy importantes. Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.-
- ¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.
- ¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano.
Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta los últimos minutos del último día del año.
Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada.
Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía:
- "Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor: sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.
Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y viejos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.
Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".
Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.
Tomado del libro "Cuentos para Niños de 8 a 108 II" de Pancho Aquino.
- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.
- Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo. - Y bueno, todas esas son cosas muy importantes. Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.-
- ¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.
- ¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano.
Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta los últimos minutos del último día del año.
Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada.
Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía:
- "Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor: sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.
Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y viejos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.
Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".
Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.
Tomado del libro "Cuentos para Niños de 8 a 108 II" de Pancho Aquino.
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