El Apócope


Se define el apócope como la pérdida de una o más letras al final de una palabra cuando ésta va antes de un nombre, de un adjetivo, de un verbo o de un adverbio.
Por ejemplo, “uno” se convierte en “un” cuando viene antes de un nombre masculino singular.
Ejemplos:
Tengo un libro, y tú ¿Cuántos libros tienes?
Tengo uno.

Generalmente ocurre cuando acompaña a un nombre que es masculino singular.
Ejemplos:
Tengo un libro
Él tiene una agenda

Antes de un nombre:
Las palabras que adoptan la forma apocopada, solamente en la forma masculina y singular, son las siguientes:
Bueno - buen
Malo - mal
Primero - primer
Tercero - tercer
Uno - un (todos los numerales que terminan con este número: veintiún, treinta y un, ciento un)
Alguno - algún
Ninguno - ningún
Santo – san (excepciones: Santo Ángel, Santo Domingo, Santo Tomás, Santo Tomé y Santo Toribio)
Ejemplos:
¿Hay algún sacacorchos por aquí?
Llegó en tercer puesto.
Él es un buen alumno.
Pero: No hay ninguno. No hay ninguna cuchara. Ella no es buena cocinera.

Las palabras que adoptan la forma apocopada tanto en la forma masculina como en la femenina, pero siempre singular, son las siguientes:
Cualquiera - cualquier
Grande - gran
Ejemplos
Éste no es cualquier coche.
Ella es una gran mujer.

Antes de verbo:
Recientemente - recién
Ejemplos:
La pared está recién pintada. ¡Cuidado!

Antes de un adjetivo o un adverbio:
Tanto - tan
Cuanto - cuan
Ejemplos:
Ven tan rápido como puedas.
Vine cuan rápido podía.

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